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    Cuando en 1297 Fernando IV concede el señorío de Sanlúcar de Barrameda a Guzmán El Bueno, el Alcázar Viejo, situado en la Plaza Alta, junto a la Iglesia Mayor, sirvió para dar cobijo al héroe de Tarifa, instalándose éste en lo que hoy forma parte de la estructura arquitectónica de la Hospedería Duques de Medina Sidonia.

    Residencia esporádica de los primeros señores de Sanlúcar hasta su instalación definitiva en 1517, fecha en que comenzarían las labores de embellecimiento del Palacio sanluqueño, así como la transformación de la “barranca” que se convertirá en un entramado exótico de terrazas y paseos, que hoy conocemos bajo el nombre de Bosque de Acantos, y  que en la actualidad sirve de lugar de remanso y de paz, donde nuestros huéspedes pueden disfrutar del silencio y del suave cantar de los pájaros del jardín.

 
 
 
 

    El edificio de la hospedería, como se puede apreciar por sus vestigios, conserva muros y arcos de la primitiva construcción, alcanzando dichas estructuras los niveles situados por debajo de la Cuesta de Belén. En su día estos arcos se comunicaban entre sí hasta llegar a las Covachas.

    Sabemos por la documentación conservada en el Archivo de la Fundación, que esta parte del edificio se convirtió en los siglos XVII y XVIII en las oficinas de la Secretaría de la Administración ducal, hasta llegar a la Guerra de la Independencia, momento en que se instalaron en sus aposentos las tropas francesas, quienes modificaron considerablemente los espacios,  quedando para uso de hospital y caballerizas. Tras su partida dejaron el edificio casi arruinado, no corriendo mejor suerte el resto de las dependencias palaciegas.

    En estas condiciones llegó al siglo XX, sirviendo tras la Guerra Civil Española de residencia a varias familias sanluqueñas, que se instalarían en las zonas situadas en el perímetro de la actual Hospedería y Cafetería, cerrando galerías y huecos, realizándose estas obras nuevas con mampostería muy irregular, que hubo de ser eliminada durante las sucesivas fases de restauración al que fue sometido todo este conjunto.

    En la actualidad, y tras un largo proceso de restauración, donde se ha intentado recuperar la mayor parte de la construcción primitiva, sirve de hospedaje a los visitantes, que pueden disfrutar de unos espacios asentados sobre mil años de antigüedad.

 
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